Tlalpujahua, Michoacán
Nada más entrar, olerás la madera de los muebles antiguos que protegen los productos de Abarrotes Don Cuco, una pequeña tienda que pertenece con éxito a San Francisco de los Reyes en Tlalpujahua desde 1936.
Como relata en su crónica Asaid Castro de la agencia Comunicaciones Gráficas, cuando un cliente cruza el umbral es recibido por muebles viejos, estanterías y estantes de madera con productos de limpieza y “chuces” de toda la tienda: frituras, galletas, dulces e incluso frutos secos tostados.
Allí también se pueden ver anuncios de los años 30: “Sonría con Sonrisal efervescente” por 25 céntavos,”Cigarro Negro, orgullo de México”, a 45 centavos; “Beber Cerveza de Toluca o no beber”.
Estos anuncios del ayer, se encuentra colgado en las paredes y el techo de las instalaciones.
María Elena Rangel, una mujer de cabello corto y rizado, es la dueña de la tienda, quien recibe a los clientes en el mostrador original de la tienda, el mismo mostrador donde su padre, Refugio Rangel Estañón, atendía a los habitantes de la ciudad hace 80 años.
“Fue mi padre quien fundó esta tienda en 1936”, dijo el dueño de la tienda, permitiéndonos recorrer el lugar y tomar fotografías.
Allí encontramos billetes antiguos de 10, 100 y 2 mil pesos, así como retratos del Club Deportivo Guadalajara, campeones de la edición XVIII del Campeón de Campeones en 1958, aún en las paredes como testigo.
El contraste en el tiempo es evidente, ya que también se pueden admirar las antiguas cajas metálicas que sobresalen de una esquina de la tienda con carteles como “Galletas Finas”, “Levadura”, “Polvo para hornear, Yolow”, a pesar de que ahora solo guardan pasta empaquetada.











Es un trabajo diario, porque María Elena abre su antigua tienda cada mañana a las 7 de la mañana y atiende a los clientes con la misma ilusión que su padre.
Abarrotes Don Cuco es una pequeña tienda fácil de encontrar porque su nombre está grabado en su fachada color beige y marrón, junto a la Plaza de Armas de San Francisco de los Reyes.
Para sorpresa de los transeúntes, este es un museo comercial mexicano que continúa desafiando el tiempo con su encanto excepcional.
 
             
		